CHANO DOMÍNGUEZ y NIÑO JOSELE 10 de JUNIO 20:30hs Teatro Solís
Con el apoyo de la Embajada de España y el CCE llegan por primera vez juntos a Montevideo Chano Domínguez y Niño Josele.
Y lo hacen para presentarnos su último trabajo “Chano & Josele”, una producción del famoso director Fernando Trueba y su sello Calle 54. Un excitante trabajo que viaja desde el Brasil de Jobim con “Luiza” hasta la Andalucía de sus propios temas, pasando por atrevidas recreaciones de canciones tan célebres como el “Because” de Lennon y McCartney o de temas para el cine de Michel Legrand o Henry Mancini. Un festival de manjares eclécticos, propio de esos grandes músicos que, libres ya de clichés y prejuicios, dominan la esencia de la música universal. La reunión es, desde el punto de vista musical, ciertamente explosiva, pues sorprende a los intérpretes en la cima de su madurez expresiva.
A ese trémolo de guitarra de los primeros compases, que remite directamente al Tárrega de ‘Recuerdos de la Alhambra’, Niño Josele le da en seguida aire flamenco: a él le gusta especificar que es flamenco de gitano. Si Niño Josele toca ‘Alma de mujer’, composición de Chano Domínguez, en solitario con su guitarra Vicente Carrillo –la que le regaló Paco de Lucía-, unos cuantos cortes más tarde es el pianista de Cádiz quien se lanza él solito a por ‘¿Es esto una bulería?’, que lleva la firma del guitarrista de Almería.
Dice Fernando Trueba que Juan José Heredia y Chano Domínguez estaban condenados a encontrarse. Trueba sabe de lo que habla. Cuando sueña, y luego se le mete entre ceja y ceja, que dos músicos que él admira deberían hacer algo juntos, ya se pueden éstos ir preparando, que acaban por encontrarse. El cineasta y productor discográfico es paciente y, sobre todo, tozudo, muy tozudo. Se pudo comprobar con Bebo Valdés y Diego El Cigala, en aquellas ‘Lágrimas negras’ que se convertirían en un fenómeno internacional avalado por medios como el New York Times y corroborado con ventas de cientos de miles de ejemplares.
Tanto Niño Josele, nacido en 1974 a la vera del Mediterráneo, como Chano Domínguez, que creció desde 1960 a orillas del Atlántico, han bebido del flamenco y se han empapado de jazz. Cada uno por su lado. Y cada uno a su aire. Chano, que a finales de los años setenta militaba en una referencia del llamado rock andaluz, el grupo Cai, antes de irse adentrando en el jazz con Hiscadix, heredó de su padre la afición al flamenco; Josele, descendiente de tocaores y cantaores, a quien el suyo puso una guitarra entre las manos con seis añitos, ya andaba por los treinta cuando descubrió al pianista Bill Evans y se metió de cabeza en el jazz, en un amoroso aprendizaje de armonías y progresiones, que le ha llevado a tocar con Phil Woods, Chick Corea, Marc Johnson… Con Paco de Lucía, su ídolo, Josele tuvo la dicha de compartir los viajes de ‘Cositas buenas’ por el mundo. Paco, al que considera un segundo padre, y que le cuidó y enseñó, le espetó un día: “Sigue adelante sin mí. Te toca empezar tu carrera”. Y se van a cumplir veinte años de aquel día de agosto en que Chano Domínguez, el pianista que mejor ha entendido las finas claves que llevan del jazz al flamenco y viceversa, entró en unos estudios de Madrid para grabar 10 de Paco. De Chano son las introducciones de ‘Because’, de Lennon y Mc Cartney, o de ‘Django’, que el pianista del Modern Jazz Quartet John Lewis dedicó al legendario guitarrista, en este disco que respira emoción.
La mano de Trueba -productor ejecutivo con Nat Chediak-, se nota en el repertorio. Su huella está en una selección de obras brasileñas que nunca resultan obvias. Por ejemplo, las dos delicadas composiciones del maestro Jobim, ‘Luiza’ –debilidad confesa de Trueba- y ‘Olha María’. Y la ‘Rosa’, del ilustre Pixinguinha, recordada hace unos años por Marisa Monte, o la inesperada, y más antigua aún, de 1912, ‘Lua branca’, de Chiquinha Gonzaga, pionera de la música popular de Brasil y de las luchas por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Chano y Josele están en un momento muy dulce. Difícil asegurar que en la plenitud de su arte porque posiblemente todavía nos sorprendan. Tocan al Michel Legrand de los ‘Paraguas de Cherburgo’ -su ‘J´attendrai’- y ‘Two for the road’, pieza que Henry Mancini compuso para otra película de mediados de los sesenta, y también grabada por dos grandes músicos: Charlie Haden y Pat Metheny. Los estadounidenses la tocaron con cuerdas de guitarra y contrabajo mientras que los andaluces la han llevado a las cuerdas de la guitarra y el piano.
Chano Domínguez
Chano Domínguez (Cádiz, 1960) posee una virtuosa capacidad de aunar la sutileza del jazz y la fuerza del flamenco, además de otorgar una estética jazzística a temas populares españoles, es actualmente el músico que tiene mayor fama por combinar la tradición flamenca con el jazz. Fernando Trueba afirma de él que es « quien ha situado a España en la historia del jazz » . Y sin lugar a dudas, es el músico de jazz español con más reconocimiento a nivel mundial. Su participación en la película y disco “Calle 54” (2000) junto a músicos como: Tito Puente, Gato Barbieri, Chucho Valdés, Paquito D´Rivera, Jerry González, Michel Camilo, Eliane Elías supuso su lanzamiento internacional. Documental nominado a los Oscar como mejor documental y premio Goya al mejor sonido. Desde entonces su carrera continúa no solo con interpretaciones y grabaciones en solitario, sino con colaboraciones con destacados artistas y grupos, especialmente en Estados Unidos, donde su presencia es habitual en festivales como los de Chicago o San Francisco, o en actuaciones junto a Winton Marsalis en el Lincoln Center de Nueva York. Ha editado numerosos discos de los cuales ha estado nominado a los Grammy Latinos en dos ediciones, la primera con Piano Ibérico un homenaje exquisito a algunos de los compositores más influyentes de España y con “Acoplados” trabajo que realizó junto a Martirio. Entre sus últimos trabajos destacan “Con alma”, grabado en Nueva York en formato de trío con George Maraz y Jeff Ballard; “New Flamenco Sound”, o “Flamenco Sketches” (2012), disco ambicioso donde el pianista da un nuevo sentido a las antiguas versiones de Miles Davis y por el que fue nominado como mejor disco de Latin Jazz en la edición 55 de los Grammys.
Niño Josele
Juan José Heredia (Almería, 1974) empezó con éxito su carrera con su primera grabación, “Calle Ancha” (1995), y con la obtención del primer premio en 1996 del Concurso de Jóvenes Intérpretes de la Bienal de Flamenco de Sevilla. Ha actuado en multitud de países en compañía de los más grandes del género, compartió seis años de gira con Paco de Lucía, giras con Enrique Morente, Jerry González, Javier Colina, Estrella Morente y actuaciones con Chick Corea. Con el descubrimiento del pianista Bill Evans y la posterior publicación de “Paz” (2006) y “Española” (2009) supone una inmersión al jazz que le abre las puertas hacia nuevos horizontes musicales enriquecedores para el flamenco en compañía de grandes maestros, Freddy Cole, Marc Johnson, Joe Lovano, Papo Vazquez, Tom Harrell… y una colaboración de lujo, Phil Woods, el legendario jazzista de 78 años, compañero y heredero de Charlie Parker. Fue nominado a los Grammy Latinos en 2010 por el disco “Española” producido por Fernando Trueba y en 2012 por “El mar de mi ventana”, homenaje a Enrique Morente grabado junto con Paco de Lucía, Tomatito y los hermanos Morente. En el 2007 estuvo en el Teatro Solis de la mano del Jazz Tour presentando su disco “Paz”. Aquella vez vino acompañado de la excelente bajista Esperanza Spalding y del percusionista Horacio “El Negro” Hernández.